El gin-tonic clásico adora el Picofino. Su complejidad solo invita a aromatizar la copa o vaso ancho (preenfriado) con una ralladura de cítricos (idealmente pomelo) y una tónica muy fría sin exceso de azúcar. El helado debe ser grande, rico y firme. Nada más y nada menos, la esencia de un buen gin tonic.
Nuestra ginebra es el resultado de 8 años clandestinos de pruebas buscando una ginebra perfecta y diferente. Es el alma del proyecto Picofino y, créenos, ha merecido la pena la espera.
Descubre una fórmula de 5 destilaciones de botánicos que le proporciona complejos aromas, potenciados con toques cítricos de pomelo, la canela de Ceilán y una maceración de regaliz que le da ese tono característico.