Un blanco de estilo mediterráneo que destaca por su gran textrua y complejidad. Incorpora una parte de Cariñena blanca, variedad de uva muy poco común y que aporta vitalidad y frescura.
La variedad de suelos del Empordà se refleja en las distintas fincas de Perelada, que cuenta con suelos de pizarra en Garbet, de grava en La Garriga, francoarcillosos en Malaveïna… Nuestra bodega ha decidido aprovechar los rasgos diferenciales que cada uno de estos terrenos imprime a la uva para apostar por los denominados vinos de finca, cuya personalidad viene marcada indeleblemente por el viñedo en el que nacen.
Las 41 hectáreas de terreno llano que conforman el viñedo de Finca La Garriga son de naturaleza limo arcillosa, con arenas y grava, y presentan un pH neutro. Tras cuatro meses en barricas nuevas de acacia, realizando battonages periódicamente. hemos obtenido un vino que demuestra que en el Empordà se pueden elaborar grandes blancos. Color amarillo con tonos dorados. Aroma de frutas blancas, con fondo floral y en perfecto ensamblaje con las finas y delicadas notas de la barrica. En boca es fresco a la vez que graso, envolvente, elegante y equilibrado. Destaca por su complejidad y personalidad única, reflejo de las variedades de las cuales proviene.