Combinamos una infusión de hierbas aromáticas con las pieles de diversos cítricos. A esta fórmula, pasados unos meses de maceración, se le añade una mistela blanca envejecida que hemos reservado para este vermut. Aromáticamente intenso y muy agradable, con recuerdos a hierbas dulces como: el Anís Estrellado, la Marialuisa, la Quina y la Angélica. Equilibrio y complejidad a partes iguales. En boca es elegante, untuoso, fino y redondo. Se percibe una leve dulzura y amargura con un toque final cítrico refinado que le aporta frescura y un postgusto espléndido que lo convierte en muy goloso.
Hemos querido elaborar un vermut que se complemente con los aromas cítricos mediterráneos tan propios de nuestro entorno.