Se caracteriza por su color cristalino y transparente y por un sabor potente. Un aguardiente incluido en el movimiento Slow Food Compostela.
En el siglo XVII aparece la descripción de los alambiques para la destilación de orujos. Sin embargo, su origen debe ser muy anterior. Los alquimistas de los conventos y órdenes religiosas transmitían sus conocimientos al respecto. El Camino de Santiago también fue un vehículo de transmisión de sus secretos. El alcohol obtenido de ellos también se utilizaba con fines religiosos y cosméticos.. El aguardiente de orujo es especialmente popular en la montaña leonesa, Cantabria y, por supuesto, Galicia. Pero también es una bebida con tradición internacional. Es la “bagaçeira” portuguesa, el “mare” en Francia y los países de habla inglesa, y la “grappa” en Italia.