Con este vino la bodega ha querido explorar combinando uvas de origen francés, como la Syrah o la Cabernet sauvignon, con variedades autóctonas baleares como son la Callet o la Manto negro. Así se ha conseguido un vino estructurado y equilibrado, con mucha fruta y un gran potencial de guarda. En cuanto a su elaboración, se fermentan las variedades francesas a 27 grados y las mallorquinas a 25 grados. El vino posee una crianza de 12 meses en barricas de roble francés y antes de embotellarse, se ha clarificado de manera natural por frío.
El OM500 representa los 500 años de tradición familiar a través de una combinación perfecta entre la autenticidad y finura de las variedades mallorquinas, y la estructura y potencial de las francesas. Un vino de gran complejidad tras aproximadamente un año de crianza en barricas francesas. Estructura, equilibrio y potencial.