Aunque no existe evidencia de que el coñac Courvoisier fuese la bebida favorita de Napoleón Bonaparte, quien murió en 1821, antes de Courvoisier fue establecido oficialmente por Felix Courvoisier en 1835, el sitio web de la empresa alega lo siguiente: el origen de nuestra historia se remonta a los comienzos del siglo 19 con Emmanuel Courvoisier y su socio, Louis Gallois, corre el vino y el espítritu de la empresa mercantil, en el suburbio parisino de Bercy. En 1811 Napoleón visitó sus almacenes en Bercy y fue alojado por Louis Gallois, el alcalde, y Emmanuel Courvoisier. La leyenda cuenta que Napoleón I más tarde tomó varios barriles de coñac con él a Santa Helena, un regalo muy apreciado para los oficiales ingleses en el barco quienes lo nombraron “el coñac de Napoleón”.
Creado a principios del siglo XX para celebrar la estrecha relación entre las familias Napoleón y Courvoisier. Este es el cognac con el que todas las destilerías se comparan. Su origen está en la mezcla de uvas de los crus Grande y Petite Champagne.