Án de Ánima Negra se elaboró a partir de unas viñas muy particulares; la combinación de las plantas viejas de 50 años de media de la variedad Callet, que sólo existen en Mallorca, con un suelo pobre y mineral sobre rocas calcáreas en competencia con árboles frutales plantados entre las viñas. Un vino aromático y complejo para romper con lo establecido.
Nacida en 1994, Ànima Negra es la bodega de referencia de vinos auténticos, personales y de calidad de la isla de Mallorca. La bodega situada al sureste de la isla de Mallorca elabora sus vinos en la antigua “possessió” de Son Burguera. Esta edificación, cerca de Felanitx, data del s. XIII y contaba desde sus inicios con unas dependencias para la elaboración del vino, destinado, en un principio, a abastecer el consumo de la gente vinculada al lugar. Esta actividad ha pervivido de forma continua hasta la actualidad y ha contribuido a dar forma al paisaje isleño, integrado geográficamente en el Mediterráneo, y haciendo del vino un producto emblemático de nuestra gastronomía.
El cultivo de la viña, con avances y retrocesos, y con un papel importante o secundario para la economía, ha pasado a ser parte de nuestra cultura. El trabajo vitivinícola actual no hace más que perpetuar una actividad ancestral; Y es en este contexto cuando, en 1994, nace Ànima Negra.
Aprovechando inicialmente las infraestructuras que ofrecía la antigua “possessió” se elaboró la primera producción y a partir de ese momento, la mejora de las instalaciones, como condición indispensable para la producción de unos vinos de calidad, ha sido constante en la bodega. Vinos que hoy Ànima Negra vende en más de 40 países.
ÀN es el vino más carismático de la bodega, un vino que nos descubre el esfuerzo de muchos años de Miquel Àngel Cerdá y Pere Obrador en entender la callet, reforzando su tipicidad y consiguiendo un vino cada vez más expresivo, vivo y equilibrado. Es un vino singular, auténtico, mineral, silvestre y poderoso.
Viñas con poca profundidad de tierra, suelo con rocas calcáreas y mucha presencia mineral, además de una escasa retención de agua, que proporciona un color rojo a la tierra, también conocida como Call vermell. Las viñas se encuentran en pequeñas parcelas con una gran energía biológica debido a los nutrientes que albergan en la zona y a la influencia de los árboles frutales que conviven entre ellas. Gracias a la localización estratégica, los vientos diurnos, conocidos como embates, ayudan a tener una planta sana y las ventajas de una zona ventilada. La vendimia es manual en cajas de 10 Kg. Se realiza una primera selección de la uva en la viña, y una vez llega a la bodega se dispone en una cámara de frío durante toda la noche para enfriar la uva hasta los 8-10ºC. Posteriormente, hay otra selección de racimos en la mesa de selección y seguidamente una selección con tecnología óptica grano a grano con el fin de obtener las mejores uvas. A través de un sistema por gravedad, la uva seleccionada se transporta hacia tinos de roble francés de 4.000 litros para iniciar la fermentación a temperatura controlada. Esta fermentación es producida por levaduras autóctonas, que durante años se han identificado y seleccionado de las mejores parcelas consiguiendo un banco genético propio. La fermentación maloláctica ocurre en barricas de roble francés nuevo de grano muy fino y en las cuales se envejece el vino.
La Crianza: El vino permanecerá durante 14-18 meses en barricas francesas nuevas de tostado medio y medio-largo con un trasiego a mitad de crianza. Antes de ser embotellado pasa unos dos meses en depósitos de cemento.
Vista: Rojo cereza picota con ribete violeta.
Nariz: Frutas rojas, balsámicos, aromas de tabaco, regaliz y hierbas aromáticas. Suaves sensaciones de flores silvestres.
Boca: Goloso, maduro, envolvente y frutal, sin aristas. Persistente.